- Edad: A partir de los 4 años.
- Esta sesión consistirá en: Contar un cuento que sirve como introducción al concepto salud.
CUENTO “SEBASTIÁN PECAS VERDES”.
Aquella mañana a Sebastián le costó mucho levantarse. Claro que, como era sábado, podía quedarse un ratito más ronroneando al calorcillo de las sábanas. -¡Arriba Sebastián, que vamos a ir a comprar!. Sebastián sintió que el techo se le caía encima. ¿Ahora?, ¡que aburrimiento!. Decidió hacerse esperar todo lo posible y aprovechar ese regustillo que le da a uno cuando se queda en la cama por las mañanas. Su mama le volvió a llamar varias veces, y como Sebastián no salía fue a la habitación a levantarlo costase lo que costase. Pero de repente…
- ¡Ah, hijo mío!, ¿qué llevas en la cara?. ¡Pero si te han salido unas manchas verdes y… la barriga está muy, muy hinchada!. A ver… ¡Ay, esto no me gusta nada!, ¡Quédate en la cama!.
La mama muy alarmada, cogió el teléfono y llamó con urgencia al médico de familia. El doctor don Pinchacitos, al oír las voces entrecortadas y sin entender nada de nada, juzgó que era un caso de gravedad y, lo antes que pudo, se presentó en la casa del paciente. Sebastián notaba cómo aquellos dedos huesudos y fríos del médico le presionaban el pecho, la barriga, el cuello y le colocaban en termómetro.
-¡Caramba, caramba!. Esto puede ser muy grave. Para colmo de males, el termómetro marca una temperatura que no me gusta nada. Si, puede ser muy grave. Yo, señora, recomiendo que l o vea el doctor Berrugaluisa, que, como es especialista de la piel, puede dar un diagnóstico más preciso que el mío. Usted vaya en su busca que, entre tanto, yo le voy a poner una inyección de titilina. Cuando Sebastián oyó “inyección” se sintió empeorar. - ¡No por favor; pinchar, no!. ¡A callar!, atajó la mama. ¡El doctor sabe lo que tiene que hacer!. Al momento estaba dispuesta la jeringuilla, y el doctor Pinchacitos le colocó el medicinal pinchacito en el culito. – ¡Ayyyyy!. - ¡Va Sebastián, ya está!.
Al poco tiempo llego la mama con el doctor Berrugaluisa. Su método era muy eficaz. Primero sacó una enorme lupa y la paseo, junto su ojo, por todo el cuerpo del paciente. – ¡Curioso, muy curioso,,, estos lunares verdes oscuros… o claros, o…azules o… ¿rojos?!. Parece sarampión esquimal, pero, sin embargo, son irregulares en tamaño y color. ¿Y esta barriga inflamada?. No se. Sería mejor que lo viese don Digesto Cómodo, especialista en intoxicaciones.
La mama fue a buscarlo, a la vez que Berrugaluisa le untaba pomada por todo el cuerpo. Cuando estaba embadurnado, llegaron la mama con don Digesto Cómodo. Inmediatamente empezó a revisarlo:
- ¡Niño saca la lengua. Cierra los ojos., respira, tose, estira!… Acabado el examen médico dijo:
- ¡Estamos ante un caso insólito, algo nunca contemplado por la ciencia médica. Le daré este jarabe hecho en mi laboratorio mientras elaboramos las conclusiones.
Sebastián estaba asustado; primero la inyección, luego la pomada y ahora este apestoso jarabe.
- ¡Creo que se trata de una intoxicación por comer de forma desproporcionada y a todas horas dijo don Pinchacitos.
- ¡Creo que se trata de una intoxicación por comer de forma desproporcionada grasas saturadas o, toda clase de chucherias!... dijo don Berrugaluisa.
- ¡Creo que se trata de una intoxicación por comer mezclando alimentos no compatibles entre sí o con poco valor nutritivo !... dijo don Digesto Cómodo.
La mama que no daba crédito a lo que escuchaba miraba a su hijo y dijo: ¡doctores, me gustaría que preguntasen a mi hijo porque creo que les va a dar la pista definitiva. Y mientras ellos volvían la cabeza, observaban cómo Sebastián se limpiaba y borraba los lunares frotándose con fuerza y con un paño húmedo. Se los había pintado ayer jugando con su vecino Pepito.
Esta sesión la podríamos englobar dentro del área tres: Lenguajes: comunicación y representación, ya que el bloque primero de dicha área: Lenguaje verbal: aproximación a la lengua escrita, dice:
- Párrafo 4º. Interés y atención en la escucha de narraciones, explicaciones, instrucciones o descripciones, leídas por otras personas.
